Que difícil se me hace poder describir con palabras lo que vivimos ayer todos quienes compartimos la tarde en la Fiesta del 20 Aniversario del C.A.S.E. en Playa Soleada, podría decirles que fue un festejo para los sentidos y los sentimientos y creo que me quedaría corta… las imágenes de esta nota lo dicen todo.
Tal vez si estás leyendo esta nota en otro lugar de este mundo tan grande en el que vivimos, no conozcas de que se trata el CASE, te cuento que es un Centro Asistencial para la Salud y la Educación, que ha sido reconocido por la Legislatura de la Provincia de Córdoba; sin embargo a mí me gusta describirlo como un monton de almas que cada día se levantan con un sueño… hacer que los jóvenes y niños con capacidades diferentes se integren a nuestra sociedad. Que hace veinte años lucha contra un tipo de burocracia muy difícil de combatir, la burocracia de nuestros corazones. De los que pedimos curriculum antes de hacer amigos, de los que juzgamos a la personas por su forma de vestir, de pensar o de actuar, que nos damos el lujo de catalogar como “diferentes” a los demás.
Ayer aprendí una gran lección amigo, somos nosotros los “normales” quienes estamos discapacitados. Cuando veía a los chicos del CASE recorriendo los stands de la feria saludando a conocidos y desconocidos con una sonrisa, con un beso o un abrazo. Cuando subieron al escenario junto a sus profes a cantar “Color Esperanza”. ¡Nunca escuche una versión tan linda de esa canción!, le dieron el significado justo a las palabras demostrando a los allí presentes que saber se puede y querer que se pueda es para ellos es una filosofía de vida que deberíamos copiar. Fuimos muchos los que ayer nos emocionamos y aplaudimos de pie la gran lección que nos estaban dando. Que ciegos estamos amigo! Porque será que en esta vorágine de la vida dejamos de ver con el corazón y de creer en los demás.Cuando no íbamos se acerco Liliana Oviedo, directora de la institución a decirnos gracias, que chiquita me sentí ! Yo debo decir GRACIAS a cada una de los ángeles que forman el CASE, profes, colaboradores, alumnos, amigos, por dedicar su vida a que aprendamos cada día el significado de la palabra IGUALDAD. Perdón por no escribir esta columna contando quienes estuvieron, que dijeron en sus discursos, que regalos y sorteos se hicieron,
siento que todos los que concurrimos ayer domingo a Playa Soleada fuimos a festejar un cumpleaños, y como en toda fiesta lo más importante es el cumpleañero; aunque el regalo esa tarde lo hayamos recibido nosotros.- (Cecilia Cuneo)
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